Necesidades de las plantas de cannabis
¿Cómo cultivar cannabis? Bueno, al fin y al cabo es una hierba, ¿tan difícil puede ser?
Hay muchos caminos que llevan a Roma e incluso existen muchas técnicas de cultivo diferentes. ¿Cultivaré en interior o en exterior? ¿Usaré semillas feminizadas, regulares o quizás autoflorecientes? Hay que tomar muchas decisiones con conocimiento de causa, sobre todo cuando se cultiva en interior, antes de poner tus semillas en la tierra y empezar tu cultivo.
Pero pregúntate también qué es exactamente lo que necesita una planta -sea cual sea-, independientemente de la técnica de cultivo elegida, para que una semilla crezca con éxito hasta la plena madurez.
Esto lo resume todo: Luz – Agua – Sustrato – Nutrientes y cuidados.
Luz
El sol es la fuente de toda la vida en nuestro planeta. Sin él, todas las plantas mueren, ya que lo necesitan para un proceso llamado fotosíntesis (aprovechando la luz solar, producen azúcares y oxígeno a partir de dióxido de carbono y agua).
Cuando cultivas al aire libre en tu jardín, balcón o invernadero, utilizas como fuente de luz la luz solar directa y sin obstrucciones. Pero cuando cultivas en interior, sustituyes el sol por una fuente de luz artificial. Hoy en día se utilizan mucho las lámparas LED para el cultivo de interior, en lugar de las lámparas HPS, que consumen mucha energía. A veces también se combinan ambos tipos de luz (artificial).
A veces oyes que -normalmente los principiantes- cultivan en interior sin utilizar una luz de cultivo.
Esto sólo puede funcionar cuando entra mucha luz solar directa y sin obstrucciones durante la mayor parte del día.
En nuestra parte del mundo optas por la autofloración, en la que ajustas el periodo de floración preferiblemente un mes antes del día más largo, para que la floración se beneficie óptimamente del largo periodo de luz.
E incluso entonces, obtienes un resultado de pequeño a moderado en el caso más favorable.
Agua
Como todos los seres vivos, las plantas no pueden crecer sin agua. El agua disuelve los nutrientes que necesitan las plantas y los absorbe a través del sistema radicular para su posterior transporte a todas las partes de la planta. Es muy importante vigilar de cerca el equilibrio hídrico durante todo el ciclo. Que la tierra esté demasiado seca no es bueno y que esté demasiado húmeda tampoco. Es un equilibrio delicado y en algún punto intermedio. La cantidad de agua necesaria en cada momento depende en gran medida de las circunstancias de ese momento concreto del proceso de cultivo.
Ten en cuenta que la composición del agua (potable) no es la misma en todas partes y que, por ejemplo, hay países en los que se añade una cantidad relativamente grande de cloro al agua que sale del grifo. En tal caso, puede ser mejor utilizar agua mineral.
Los auténticos incondicionales también se aseguran de que la acidez del agua tenga el valor de pH correcto. Está entre 5,6 y 6,4 y, por tanto, no es neutra (7), sino ligeramente ácida.
Sustrato
Las plantas deben poder crecer en o sobre algo. En la mayoría de los casos, esto se hará en suelo, tierra, coco, lana de roca o cualquier otro tipo de sustrato (mixto). También puedes cultivar simplemente sólo con agua. Eso se llama hidroponía.
Una planta absorbe el agua con los nutrientes disueltos en ella a través del sistema radicular. Un sistema radicular bien desarrollado y sano es sumamente importante para que la planta logre un crecimiento y una floración óptimos.
Asegúrate de que la maceta es lo bastante grande. En una maceta demasiado pequeña, el sistema radicular (y por tanto la planta) no puede desarrollarse plenamente. Y en segundo lugar, asegúrate de que el sustrato que utilizas es adecuado para su crecimiento y tiene la humedad adecuada. No debe ser demasiado denso como la arcilla, sino más bien aireado, y debe poder retener algo de agua.
Ahí es donde empieza un cultivo exitoso.
Nutrientes
Piensa qué, cuándo, cuánto y cómo alimentas a la planta. Tanto para la fase de crecimiento o vegetativa como para la de floración. Es muy importante dosificar correctamente los nutrientes. Dar demasiado poco o nada en absoluto, puede causar una deficiencia de un determinado mineral o compuesto, haciendo a la planta más vulnerable a las enfermedades y al estrés. Si le das demasiados, la planta no podrá manejar el exceso, lo que tendrá un impacto negativo en su “forma física” y puede provocar estrés. Sigue al pie de la letra las instrucciones de dosificación del fabricante.
Hay muchas marcas y empresas especializadas que ofrecen cualquier tipo de nutrientes, incluida una opción vegana. En cualquier caso, respeta estrictamente las dosis en relación con la fase en que se encuentra la planta en su crecimiento. Es preferible menos nutrientes que un exceso.
TLC
Nada prosperará sin los suficientes cuidados cariñosos en la vida. Esto también se aplica al cultivo de Cannabis. Desarrollar un sentido de cuándo las plantas necesitan tu atención y qué hacer y qué acción evitar, es algo para lo que tienes que hacerte una idea y, a la vez, adquirir experiencia.
¿Cuándo riegas y cuánto? ¿Cuándo administras nutrientes y en qué cantidad? ¿Cuándo pones las plantas a florecer (en interior) y cuándo está la cosecha lista para recolectarse? A lo largo del ciclo vital de la planta, hay que tomar continuamente decisiones sobre qué hacer y qué no hacer.
En la práctica, significa que tus plantas, no importa cómo ni dónde las cultives, necesitan tu atención todos los días.
